Las técnicas de estampación de textiles son muchas, pero en este caso tratamos solo de las estampaciones a todo color, en prendas ya confeccionadas, para una o varias (pocas) prendas y de color negro u oscuro, sean de algodón, tejido sintético o mezcla de ambos.
Desde la aparición de la transferencia térmica como técnica para estampación de pequeñas cantidades de prendas, los colores oscuros de las prendas eran una dificultad que se salvaba con la estampación sobre un soporte intermedio que se adhería posteriormente a la prenda de manera térmica. El efecto "pegatina" era causa normal de disgusto estético para el cliente final, ya que no se obtenía una integración visual satisfactoria de la prenda con la estampación añadida.
Las soluciones intermedias se siguen aplicando con recortes en el soporte intermedio que en ocasiones pueden paliar el efecto "pegatina" pero no siempre si son diseños con áreas de "pelado" (partes del soporte sin impresión/diseño) muy pequeñas (dificultad/imposibilidad de "pelado"), o sin son diseños con degradados, etc.
Las soluciones finales mas operativas son:
- La impresión directa en prenda: Con este sistema solo se lleva a la prenda, con tintas especiales, los colores del diseño, aplicando una base blanca previa en la prenda para tapar el tinte oscuro de la prenda en aquellos puntos donde después irán las tintas que plasmarán el diseño. Es un procedimiento costoso tanto por el coste de las máquinas que lo realizan, como por las tintas y como por los tratamientos previos y posteriores que requiere la prenda. Los resultados, aunque a la fuerza "caros", son satisfactorios tanto por la integración del diseño con la prenda, como por la textura al tacto de las tintas y su durabilidad/resistencia a los lavados.
- La impresión por transferencia térmica del diseño con una base blanca final añadida a la impresión del mismo, solo en aquellos puntos donde hay color de diseño a transferir. Se precisan también máquinas especiales, conocidas como impresoras de "blancos" que incorporan al "transfer" una capa de tinta (tonner) blanco en la última capa del diseño, que es la primera que entra en contacto con la prenda de color oscuro, tapando (mitigando adecuadamente al menos) el efecto del tinte oscuro propio de la prenda, que ocultaría los colores propios del diseño del "transfer". Es un sistema que no requiere unos tratamientos especiales anteriores y posteriores de la prenda. Es en definitiva una técnica que permite realizar ciertos diseños de manera satisfactoria para este perfil de trabajos. Los resultados son igualmente satisfactorios tanto por la integración del diseño con la prenda, como por la textura al tacto de las tintas y su durabilidad/resistencia a los lavados, siempre con los cuidados ineludibles de este tipo de impresiones: lavado en frío y con la prenda del revés y nunca planchado directo sobre el "transfer".