Así, la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre-Real Casa de la Moneda (FNMT) dejará de tener la exclusividad en la impresión de papel moneda, de la que lleva disfrutando desde hace más de 100 años- y se deberá modificar la Ley de Autonomía del Banco de España.
La finalidad es poder crear una sociedad de capital público, controlada en su mayor parte, por el Banco para poder asumir la producción de la cuota correspondiente de billetes de euro. Aunque, según se ha manifestado desde el Ministerio de Hacienda, la FNMT mantendrá una participación de hasta el 20% en esta nueva sociedad hasta diciembre de 2017.
Países como Alemania, Francia o Bélgica han cedido los derechos de impresión a empresas privadas mediante concurso público. En el caso de España, Hacienda ha desechado esta idea, tras mantener diversas reuniones con los representantes de los trabajadores de la FNMT, por considerar que esta institución no podría optar por ser de titularidad pública y peligrarían los empleos.
No obstante, la Fábrica podrá seguir imprimiendo billetes que no sean de euro y continuar con su actividad en el ámbito de las monedas conmemorativas, las loterías, los timbres oficiales, sellos, pasaportes y DNI, etc.
La Fábrica Nacional de Moneda y Timbre – Real Casa de la Moneda se constituyó como tal en 1893 tras unirse la Casa de la Moneda –creada en el siglo XVI- con la Fábrica del Sello. Y, desde entonces, ha sido el organismo español encargado de fabricar billetes, monedas, sellos, cartones de bingo –que es, probablemente, su negocio más rentable-, etc.
La institución se divide en cinco departamentos -Museo, Moneda, Timbre e Imprenta, Documentos y Valores y la fábrica de papel de seguridad, situada en Burgos- y presume de disponer de las mejores tecnologías, tanto para la fabricación y la impresión, como para garantizar unos niveles de seguridad únicos