Los residuos de papel que generan las imprentas y diversas empresas relacionadas con el sector, y que no siempre pueden reciclarse de forma tradicional por los componentes de algunas tintas, van a poder ser reutilizados por fin. Esto es al menos lo que afirma una imprenta boliviana que, al parecer, ha sido capaz de fabricar ladrillos para la construcción a partir del material que desechan diariamente en su negocio.
Pasta de papel, cemento y arena
La idea partió de la necesidad de gestionar de manera eficaz y responsable desde el punto de vista medioambiental las más de dos toneladas diarias de residuos de papel que producen, tal y como especifican los responsables de la imprenta.
Por lo que, probando sus niveles de compactado, observaron que mezclándolo en las correctas proporciones con otros elementos más resistentes y propios de la construcción como el cemento y la arena, podían crear ladrillos completamente ecológicos.
Y, aunque aún se encuentran investigando dichas proporciones y realizando todo tipo de pruebas para corroborar su resistencia, su idea es fabricar entre 5.000 y 10.000 unidades diarias para poder sacarles partido incluso en el mercado internacional.
Otros intentos
No obstante, no es la primera empresa que investiga la posibilidad de reutilizar la pasta de papel para elaborar elementos de construcción. De hecho, un equipo de científicos de la Escuela Politécnica Superior de Linares –perteneciente a la Universidad de Jaén- ya consiguió crear unidades de pequeño tamaño a partir de la mezcla de los deshechos de una fábrica papelera y el lodo que se genera en la depuración de las aguas residuales de esta misma industria.
Actualmente, este mismo equipo trabaja para mejorar la adherencia de los componentes y la resistencia del material e investiga la posibilidad de incorporar otros productos que, hoy por hoy, se consideran de desecho pero que pueden presentar características útiles en la fabricación de nuevos productos.